Periódicos que hablan sobre la actuación de Tokio Hotel en "Rock In Río"

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Arganda se derrite a ritmo de rock

El segundo día de calorina extrema en la Ciudad del Rock volvió a demostrar que la organización de Rock in Rio ha sido previsora. De no ser por las decenas de fuentes y chorros de agua instalados por toda la explanada del recinto, pocos se hubieran atrevido a abandonar las escasas sombras para acercarse a los escenarios a escuchar música en directo.
Ayer, a las cinco de la tarde, cuando el festival abrió sus puertas de nuevo, fue lo primero que buscaron los sufridos visitantes -calor en la espera del autobús, por el camino, en la cola de entrada...-, que, una vez empapados de arriba a abajo, ya vieron las cosas de otra manera y se lanzaron a investigar cada recoveco del recinto. Para casi todos era la primera vez, pues el público potencial de cada jornada se diferencia mucho de la anterior. Los que ayer fueron a ver a Tokio Hotel y El Canto del Loco no son los mismos que alucinaron el viernes con la aplastante demostración de creatividad, calidad y solvencia del canadiense Neil Young. De hecho, casi ninguno de ellos sabía quién demonios era ese tal Young.



El presentador de una conocida cadena de televisión musical contaba hace poco en su programa que unos mil fans de Tokio Hotel venidos de toda España llevaban varios días esperando el día de resurrección -la banda alemana llega para quitarles el disgusto por la suspensión de su último concierto en Madrid el pasado mes de marzo- en las cercanías de la Ciudad del Rock, y vaya si se hicieron notar.


Desde primera hora de la mañana, cientos de chavales y chavalas de estética inclasificable -para decir que son pop-gótico-emo-punk-metal, mejor no decir nada- comenzaron a guardar cola en la entrada del recinto, improvisando tiendas de campaña y sombrillas con lo que tenían a mano, toallas sobre todo. Eso sí, sin perder ni un solo momento la sonrisa. Tres chicas recién llegadas de Toledo, por ejemplo, decían que en tales condiciones, casi infrahumanas, estaban viviendo el mejor día de su vida.


Poder fan


El fenómeno fan demostró ayer ir más allá de todo límite. Después de conseguir, con su griterío, que la organización abriese puertas una hora antes de lo planeado -oficialmente la apertura era a las seis, pero el follón, las largas colas y el calor hicieron que cediesen a los tokiomaníacos-, salieron en tropel hacia el Escenario Mundo, donde tomaron unas posiciones que ya no abandonarían hasta las doce de la noche, cuando Tokio Hotel ya hubiese terminado de arrojar a su público su música hormonada.
Aunque todos los lugares del recinto en los que pegaba el sol estaban desiertos -la pista de nieve estaba vacía, la noria parada y la tirolina colgada-, ellos no se alejaron del Escenario Mundo ni un solo centímetro.



Sudando la gota gorda, la gente empezó a animarse según llegaban los primeros conciertos de la tarde, hasta que por fin se iba acercando el esperadísimo momento de la puesta de sol. Hubo hasta quien aplaudió el comienzo de la despedida del astro rey, que poco a poco fue escondiéndose tras el gigantesco Escenario Mundo para regocijo de los asistentes.


Vuelta a las colas


Padres e hijos comenzaron a hacer colas para todo -algunas, sin saber ni para qué, según contaban los mismos protagonistas-: noria, tirolina, pista de nieve. Y la Ciudad del Rock renació. El ambiente volvía a ser el de un parque de atracciones a pleno rendimiento, en el que todos bailaban y cantaban al ritmo de las batucadas y de las diferentes performances y actuaciones sorpresa -hay varios escenarios pequeños, en los que también actúan grupos debutantes o muy poco conocidos-.
En realidad, la cosa ya se venía animando desde un rato antes, cuando la prueba de sonido de Carlinhos Brown casi se convierte en un concierto en toda regla, con el artista brasileño bajándose de las tablas para cantar y hacerse fotos con los voluntarios del festival --más de 200- y sus fans más tempraneros, con los que compartió risas y abrazos. Brown, que es es casi más un animador que un cantante, suele dar la nota todo lo que puede, pero lo de ayer fue del todo inesperado.



Con la llegada de la noche, las fuentes dejaron de recibir tantas visitas y lo que se fue llenando fueron las explanadas frente a los escenarios. Era el inicio de una larga velada, que se prolongó hasta las siete de la mañana de hoy. Y, entonces, vuelta a empezar.

Fuente: ABC.es (España)

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El fenómeno fan Tokio Hotel muestra su gótica presencia

Arganda del Rey (Madrid).(EFE).- En marzo un problema en las cuerdas vocales de su solista obligó al grupo alemán Tokio Hotel a cancelar su primera visita a Madrid, pero las desoladas fans no han tenido que esperar mucho para poder ver a este nuevo fenómeno fan liderado por el gótico y andrógino Bill Kaulitz.

El encuentro se ha producido en Rock in Río Madrid ante, según la organización, las más de 45.000 personas que visitaban el recinto, en donde Bill Kaulitz, totalmente recuperado, llenó con su voz y su estética el Escenario Mundo, junto a su hermano gemelo Tom, Gustav Schäfer y Georg Listing.

Tras su paso ayer por en Barcelona, en donde percibieron un «buen feedback» con las fans, según comentaron antes de su actuación, volvieron a conquistar esta noche a sus miles de seguidores, en su mayoría quinceañeras ataviadas con camisetas y gorras, y portando banderas de sus ídolos y pancartas llenas de corazones, que coreaban enloquecidas los temas más conocidos de la banda, pero también había alguna que otra madurita que estaba en primera fila.

«Break away» fue el elegido para abrir el concierto, al que seguirían otros éxitos de su repertorio como «Final day», «Love is dead», «Black», «Scream», «Reden», «Heilig», «Geh», «Don't jump» -con la que Bill se bajó del escenario- «Monsoon», -tras la que los espectadores les gritaron eso de «a por ellos»- «In die macht» o «By your side», con la que pusieron fin a su participación en el festival.

Sin cumplir todavía la veintena, el cuarteto puede presumir de haber lanzado al mercado tres trabajos en tres años -«Shrei», «Zimmer 2007» y «Scream»-, éste último con sus mejores temas cantados en inglés y con el que se han convertido en una auténtica revolución en el mundo del pop-rock y el pop-punk.

"Hemos tenido mucha suerte en nuestra carrera y aún estamos digiriendo este éxito", reconocía el líder del grupo. "El éxito es como una droga, engancha", han subrayado, al tiempo que se definían como "adictos al trabajo y muy autoexigentes".

Lo cierto es que, exceptuando el parón obligado por la operación de Bill, Tokio Hotel ha ido creciendo a ritmo vertiginoso a golpe de concierto, de una cuidada estética y de infinidad de leyendas negras que les han hecho situarse en el punto de mira de cientos de jóvenes.

Hay quien encuentra inspiración en el look rapero de Tom, guitarrista del grupo, aunque sin lugar a dudas quien lleva la voz cantante, y no sólo en lo musical, es Bill, comparado por su aspecto con artistas como David Bowie o Boy George, si bien pudiera asemejarse más a Eduardo Manostijeras (con una manicura muy cuidada, en negro, por supuesto) o a un Espinete que se hubiera pasado al "lado oscuro".

"Apreciamos lo que tenemos hoy y esperamos que nos dure", ha explicado Bill, quien también ha confesado que hay ocasiones en las que les gustaría pasar "desapercibidos". Algo realmente imposible a a vista de su emulado estilismo.

Tras su exitoso concierto en Rock in Río, con efectos pirotécnicos incluidos, Tokio Hotel actuará mañana en Lisboa justo cuando España se esté jugando el título de la Eurocopa contra Alemania. "No somos forofos del fútbol" -han reconocido- pero "apoyamos a nuestro país". Tres dos a favor de Alemania, esa es su apuesta.

Fuente: La Vanguardia.es (España)

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Un cara a cara con los ídolos de la música juvenil

Irene Finestrat Martínez, de 15 años, es una de las mayores fans españolas de Tokio Hotel. De hecho, la banda alemana «da sentido» a su vida. Se pasa las horas hablando con sus amigas sobre las novedades acerca de este grupo juvenil, y cómo no, tiene su pared forrada de pósters de Bill Kaulitz, su vocalista. Ayer fue su gran día, porque fue una de las afortunadas que ganó un «Meet and greet» con Tokio Hotel; es decir, que pudo conocerles en persona y pasar un rato con ellos. «No me lo creía, después de tanto tiempo siguiéndoles, y, además, no había ido a ningún concierto», Antes de encontrarse con ellos, los nervios le podían: «No se cómo va a reaccionar».

Fuente: ABC.es (España)

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REVOLUCIÓN ADOLESCENTE EN ROCK IN RIO
Con Tokio Hotel llegó la histeria

ARGANDA DEL REY (MADRID).- Pasado el bloque brasileño abanderado por las vibrantes actuaciones de Ivete Sangalo y Carlinhos Brown es momento para que las adolecentes se desmelenen y liberen hormonas con los Tokio Hotel.

Los alemanes se presentaron en Arganda del Rey con un potente 'show' diseñado al detalle y listo para cautivar a las 'teenagers'. El concierto levantó pasiones entre sus adictas y dejó totalmente fríos a los que estaban en el Rock in Rio para ver al resto de artistas.

Al margen de los pomposos efectos especiales (fogonazos, petardos y mucho humo) que envolvieron la puesta en escena, el sonido de la banda liderada por el andrógino Bill Kaulitz era por momentos dudoso. Tokio Hotel es más que una banda de jóvenes, es un fenómeno mediático que mueve a las masas. Para las incondicionales, todo sonaba a música (petardos incluidos); un simple guiñito o un gesto de su cantante favorito bastaba para que la histeria se apoderara del lugar.

Durante la hora que ha durado su esperado concierto en el inmenso recinto del Rock in Rio, los alemanes han repasado su breve carrera de banda revelación con paradas en los sencillos más radiados de su discografía, especialmente concentrados en los temas de sus dos últimos trabajos, 'Zimmer 483', y 'Scream'.

Del repertorio escogido para la noche eliminaron casi por completo sus composiciones en alemán, con contadas excepciones como 'In die Macht'. Para los últimos minutos dejaron sus grandes éxitos como 'Rescue Me', 'By your side' o 'Moonsoon'.

Si olvidamos el 'look' siniestro y el indescriptible pelo afro del cantante, el verdadero espectáculo estaba fuera del escenario, estaba entre las primeras filas del público. Allí se agolpaban las 'fans' más entregadas y atrevidas, muchas con mensajes irreproducibles tatuados con rotulador en sus cuerpos. Todas estaban en un estado que rozaba el extásis.

"¿Qué es lo que más te gusta de Bill?", "¡¡Tooodoooo!!", gritaba una adicta al cantante del conjunto germano. Costaba sacar algún mensaje en claro de las fieles: todas estaban ensimismadas con la actuación, haciendo fotos compulsivamente con sus móviles. La banda alemana lleva allá donde actúa una legión de 'fans' enfervorecidas que corean sus canciones de memoria entre gritos desesperados que asustan.

Lejos de mostrarse resentidas tras el 'plantón' del grupo, -que canceló un concierto en marzo en Madrid-, las 'fans' se rindieron ante la estética de los alemanes que en plena crisis discográfica han revolucionado el mercado con su inclasificable estilo musical.

Fuente: El Mundo.es (España)

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El fenómeno fan se adueña del Rock in Río

El segundo día del festival acogió las actuaciones de Carlinhos Brown, Tokio Hotel y el Canto del Loco, entre otros

El fenómeno fan fue el protagonista de la jornada del sábado en Rock In Rio. Tras su paso el viernes por Barcelona, los Tokio Hotel volvieron a conquistar anoche a sus miles de seguidores, en su mayoría quinceañeras ataviadas con camisetas y gorras, y portando banderas de sus ídolos y pancartas llenas de corazones, que coreaban enloquecidas los temas más conocidos de la banda.

Pero no fueron los únicos que gozaron de favor del público. Los chicos de El Canto del Loco cuadraron una actuación enérgica en la que sus seguidores se desgañitaron tarareando cada canción. Antes había actuado el brasileño Carlinhos Brown que, ayudado por su compatriota Ivete Sangalo, que le precedió en el escenario, consiguió convertir el césped del Escenario Mundo en un sambódromo carnavalero.

Por su parte, Sangalo, consiguió sobrellevar un breve problema de sonido a golpe de cadera con unos pases de capoeira mientras los técnicos subsanaban el corte. Una vez superado el bache, se atrevió incluso a versionar el "Corazón partío", de Alejandro Sanz -quien también tiene su cita con Rock in Río el próximo sábado.


Fuente: El País.com (España)

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Marea de pop adolescente en Rock in Rio

El fenómeno «fan» se instala en el festival con Tokio Hotel y El canto del loco

La fiebre carnavalera de Ivete Sangalo contagió al público más joven del festival en la jornada de ayer.

MADRID- El de Neil Young no fue un concierto para masas, pero logró atrapar la atención de miles de seguidores que nunca le habían visto en directo. El canadiense cerró la primera jornada de Rock in Rio con una poderosa lección de genuino rock americano. Al filo de las tres de la madrugada, tocó algunas de sus mejores canciones, desde «Cinnamon Girls» hasta «Heart of Gold», y acabó con un bis (cosa rara en un festival) de «A day in the life» de los Beatles. Además de sacar joyas inmensas de su repertorio, lució una energía y una entrega impropias de un señor que ya tiene 62 años y que tiene la salud cascada. Supo a gloria.



A la caída del sol


Si el primer día la música tenía un marchamo de adultos, ayer fue el turno del pop púber. Una marea de adolescentes invadió «la ciudad del rock» en Arganda. Los alemanes Tokio Hotel y, en menor medida, El canto del loco tuvieron la culpa. Sus conciertos por la noche, cuando el sol ya había desaparecido, prometían un soplo de histeria colectiva en interior del recinto.
La cosa se veía venir desde la madrugada del sábado. Decenas de chiquillos hacían cola en la entrada a las seis de la mañana para pillar el mejor sitio. Julia y Ginebra, de 18 y 11 años, estaban allí para contarlo. «Al final no ha servido de nada. La gente que vino después se coló y por eso nos hemos quedado sin las primeras filas», dice la mayor.



Su amiga apenas habla. Es fan absoluta de Tokio Hotel. Viste de negro y el flequillo le tapa los ojos. Luce, a pesar de su edad, el mismo aspecto gótico que su admirado Bill Kaulitz, el cantante de un grupo que hoy representa mejor que ningún otro lo que significa ser una banda creada por y para adolescentes.



El hambre de la afición es mayúsculo, sobre todo después de que el concierto que tenían previsto ofrecer en Madrid en el mes marzo se cancelara por una infección de garganta del vocalista que le obligó a pasar por el quirófano. Que se lo digan, por eso, a Mario y Carlos, de 12 y 9 años, que vienen con sus padres desde Valencia para la ocasión. «Nos sabemos todas las canciones, hasta las que cantan en alemán. En el coche no suena otra cosa», dice una madre resignada.


Rock in Rio hace que los clientes del festival parezcan concursantes. En cada carpa hay algo que hacer, alguna prueba que superar, alguna cola que aguantar. Y entre tanta ocupación toca ir a un concierto. Al de Mando Diao. Los suecos tienen un directo resultón, rock veloz y contagioso. Nada nuevo bajo el sol. A la misma hora, la estrella brasileña Ivete Sangalo dio lo que el público quiere de un festival, motivos para bailar, en este caso, espectáculo con bailarines, movimiento de caderas y música carnavalera

Fuente: La Razón.es (España)

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De Rock in Río Madrid al carnaval de Bahía con Carlinhos Brown

ARGANDA DEL REY.- Estaba previsto que el público que se acercaba a la ciudad del rock construida en Arganda del Rey para celebrar Rock in Río Madrid iba a presenciar ese viaje con el que Carlinhos Brown obsequia a sus seguidores y les teletransporta al mismísimo carnaval de Salvador de Bahía.

Y así ocurrió una vez más, pero Carlinhos Brown no estuvo solo, le acompañó otra bahiense como es la sugerente Ivete Sangalo, que le precedió en el Escenario Mundo de Rock in Río -en donde actúan también
Tokio Hotel
y El Canto del Loco- y compartió más tarde con él unos minutos.

Con un penacho indígena en la cabeza, Carlihnos Brown se encontró con un público entregado desde el principio -muchos de ellos eran también brasileños- pero sobre todo cuando sonaron sus tan conocidas "Magdalena", "Pandeiro-deiro" o "Carlito Marrón", momentos en los que el césped del Escenario Mundo se convertía en una especie de sambódromo carnavalero.

Carlinhos Brown subió y bajó del escenario varias veces, lució bandera de Brasil y camiseta de la selección española de fútbol, logró hacer que el público se moviera de un lado al otro del recinto y que saltará sin parar al ritmo de esa percusión, que el asegura que "viene de corazón".

Explosiva, exhuberante, guapa,..., así es Ivete Sangalo, una de las cantantes brasileñas más populares del momento, también de Bahía como Carlihnos Brown y la encargada de abrir el Escenario Mundo.

Samba, capoeira, lambada, incluso unos toques de salsa, luce Ivete Sangalo en su espectáculo, durante el que, acompañada por doce músicos y cinco bailarines, no duda en cambiarse de vestuario y pasar de llevar un ceñido traje de cuero negro a un vestido blanco minifaldero.

Con un breve problema de sonido, que supo subsanar a golpe de cadera, la cantante brasileña hizo las delicias de españoles y un buen número de compatriotas que se agolpaban delante del escenario, de ahí que ella, que se atrevió a versionar el "Corazón partío", de Alejandro Sanz -quien también tiene su cita con Rock in Río el próximo sábado- se paseara de un lado al otro del Escenario Mundo con las banderas de España y Brasil para cerrar el concierto.

El público de Rock in Río Madrid era hoy muy diferente del de ayer. Quizá, el hecho de que fuera viernes, hizo que los espectadores que se acercaron ayer a la ciudad del rock, fueran de la también cercana Arganda del Rey y eso creara un cierto ambiente de fiesta de barrio.

Hoy sábado, pese al sofocante calor, la gente tenía ganas de baile y el tipo de espectador medio era muy joven, quizá atraídos por una de las bandas de mayor tirón entre adolescentes, los alemanes Tokio Hotel, que horas antes de su concierto no dudaron en apostar por un tres a dos a favor de Alemania en la final de la Eurocopa de Fútbol contra España.

Los gemelos Bill y Tom Kaulitz, Georg Listing y Gustav Schäfer también señalaron que, tras su reciente actuación en Barcelona (noreste de España), han notado un "buen feedback" con las fans españolas y reconocieron haber tenido mucha suerte en su fulgurante carrera -tres discos en tres años- algo que todavía están "digiriendo".


Otros que tienen mucho tirón entre los más jóvenes, incluso entre los más pequeños, son los madrileños de El canto del loco, la banda liderada por Dani Martín y encargada de cerrar las actuaciones en el escenario principal del primer fin de semana de Rock in Río Madrid, en donde hasta altas horas de la madrugada sigue la fiesta en la zona de Electrónica, con el pinchadiscos español Cristian Varela y el británico Carl Cox.

No todo fue samba y pop juvenil en Rock in Río, el rock alternativo del Hot Stage estuvo presente con la banda sueca Mando Diao y las españolas Ragdog y Standard.

Los Ragdog (de Vigo, noroeste de España), ganadores del primer certamen Movistar para grupos, y los bilbaínos Standard, que fueron acreedores del "proyecto demo" del FIB, tocaron durante dos horas y media ante un público que evitó todo lo prescindible en su vestimenta para combatir el sofocante calor que atacaba Madrid.

El plato fuerte para los "indies" que habían pagado la entrada era la joven banda sueca Mando Diao. Vestidos de negro, puntuales, respetuosos y profesionales como si fueran unos clásicos de la escena alternativa, los músicos que lanzaron el año pasado "Never seen the light of day" congregaron en el Hot Stage al público más moderno de la "ciudad del rock".


Fuente: "Informador" México






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La marea adolescente de Tokio Hotel: un fenómeno fan que no conoce fronteras

(El vocalista del grupo alemán Tokio Hotel, Bill Kaulitz, durante su actuación en el festival Rock in Río Madrid. Cuando comenzó la actuación la histeria se apoderó de las fans, que no paraban de corear su nombre.EFE/Víctor Lerena.)

◘ Tokio Hotel se ha alzado como uno de los grupos que arrasan entre las adolescentes

◘ Un ejército de jóvenes fue a Rock in Río con sus padres para ver en directo al grupo

◘ De estética gótica y aspecto andrógino, han creado el último fenómeno fan de masas

◘ El grupo, que no llega a la veintena, consiguió un estado general de histeria en las primeras filas
◘ Cuéntanos si estuviste en el concierto y cómo fue tu experiencia en los comentarios

El segundo día del Festival Rock in Río fue muy especial para una legión de jóvenes adolescentes que acudieron al festival a ver a uno de los fenómenos fan más fuertes del momento en Europa: se llaman Tokio Hotel y todavía no alcanzan la veintena de años.

El solista del grupo, Bill Kaulitz, dejó una espina clavada en sus fans españolas en marzo, cuando tuvo que suspender un concierto por culpa de un problema en sus cuerdas vocales.

Bill Kaulitz es un joven andrógino de estética gótica que tiene encandiladas a las adolescentes, e incluso a algunas de sus madres, que no dudaron en recorrer la geografía peninsular para compartir con sus hijas la fiebre que despierta este grupo alemán.

El fenómeno comenzó con Devilish, diabólico en español. Fue el primer nombre que tuvo el grupo hasta que Sony los fichó en 2003 y pasaron a llamarse Tokio Hotel. Fue un fenómeno que nació en Magdeburgo, Alemania, y que hoy arrasan entre las quinceañeras de medio mundo.

Las fans en Rock in Río, enloquecidas

El escenario Mundo del festival se llenó desde primeras horas de la tarde de jóvenes entre 12 y 25 años que, acompañadas en su mayoría por sus padres, no pararon de corear el nombre de su grupo favorito.

Unas optaban por pintarse el anagrama japonés del grupo, otras por las cartulinas negras llenas de corazones y mensajes de amor en alemán. Los tatuajes, los peinados góticos y las ropas oscuras inundaron las primeras filas. Poco importaba que quedasen todavía más de cinco horas para que empezara la actuación del grupo.

Unas tres horas antes de Tokio Hotel, la brasileña Ivete Sangalo hizo las delicias del numeroso público brasileño, formando una amalgama de colores que se mezclaban con las ropas oscuras y las caras angelicales de las niñas de Tokio Hotel.

Llegó el concierto

Las histeria se apoderó de las jóvenes tras la actuación de Carlinhos Brown. En el momento de la cuenta atrás, que marcaba los segundos previos a la llegada al escenario del grupo, no cabía un alfiler en la valla próxima al escenario. El humo inundaba el escenario Mundo y apareció el grupo. Algunas fans incluso se animaban a corearlos en alemán.

Los padres, mientras tanto, se conformaban con identificar los brazos de sus niñas entre la marabunta juvenil. El grupo comenzó su repertorio y las chicas coreaban las letras como si fuesen cantadas en su lengua materna.

"Break away" fue el elegido para abrir el concierto, al que seguirían otros éxitos de su repertorio como "Final day", "Love is dead", "Black", "Scream", "Reden", "Heilig", "Geh", "Don't jump" -con la que Bill se bajó del escenario e hizo que estallara todavía más la histeria, si acaso era posible- "Monsoon", -tras la que los espectadores les gritaron eso de "a por ellos"- "In die macht" o "By your side", con la que pusieron fin a su participación en el festival.

Una vez que el concierto terminó, los padres acudieron prestos en busca de sus hijas. En ese momento, la mayoría entró en un repentino estado de tristeza y llanto por el adiós del grupo, que se marchaba a Lisboa.

Hablan las fans y sus padres

◘ Juliette tiene 17 años y ha llegado desde Granada ella sola. Para poder estar a tiempo llegó a Madrid a las 11 de la noche del viernes, afirma que los escucha desde que salieron y que lo que más le gusta son las letras y, cómo no, Bill, el solista.

◘ Cintia es de Madrid y tiene 18 años, y coincide con Juliette en que lo que más le gusta del grupo son las letras, aunque sólo las que están en inglés, porque con el alemán no puede.

◘ Ismael tiene 42 años y ha venido desde Sevilla con sus dos hijas de 11 y 20 años, y afirma que "las chicas modernas están locas perdidas y hechas unas fans tremendas". Ismael reconoce que la afición de sus hijas ofrece "cosas buenas", aunque puntualiza que le gusta el grupo siempre que no influya "en las drogas y la mala vida". El afán de las chicas por alcanzar la primera fila lo ha obligado a "estar al pie del cañón" desde las dos y media del mediodía, ocho horas antes de que comenzara el concierto.

◘ Rocío Jiménez tiene 14 años y ha venido al concierto con María, su madre. Rocío está muy contenta porque el grupo le ha firmado un disco. "No hablo alemán, pero fueron majísimos conmigo". Tanta emoción le costó una afonía: "El día 13 gritando en la firma de discos, el día 14 en el concierto también, así que el día 15 no podía hablar".

◘ Andrea tiene 12 años y es una privilegiada. Al concierto de Barcelona fue con su padre y a Rock in Río ha venido con Loli, su abuela, y Araceli, su tía. La abuela dice que "me gustan porque son buenos, me recuerdan a los Guns N' Roses... Son lo más, yo soy fan por la niña".

◘ Ginés Cárceles viene de Murcia con su mujer, otros dos matrimonios, y sus hijas. Ginés afirma con humor "que las madres son las más interesadas, míralas ahí en primera fila". En el momento del encuentro, sus hijas están desaparecidas entre el ejército de fans, aunque afirma tranquilo: "sólo les veo las manos".

◘ Tania es de Zaragoza y tiene 15 años, ha venido con una amiga a Rock in Río. Su ropa de estética gótica y su peinado emulando a Bill Kaulitz ha cautivado a sus correligionarias. Ella misma reconoce que, aparte de la música y Bill, le gusta mucho la estética y por eso la emula.



Fuente: RTVE.es (TVE)

 
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