En un principio no nos habíamos planteado la idea de presenciar en directo el evento, pero una llamada de teléfono nos alertó que de que se podía estar cociendo una sorpresa en la gala que eclipsaría al propio Bono y Cía. Los rumores apuntaban a que a última hora se estaba decidiendo el estreno del primer single de los germanos Tokio Hotel a nivel mundial. Por este motivo más que nada, fue por el que decidimos viajar a Berlín a seguir la entrega de los Echo 2009. Una vez en la ciudad y preguntando en el lugar adecuado, nos confirmaron que de nuevo single nada. Así que, nos dispusimos a dejarnos encandilar por el glamour de una entrega de premios y a vivirla con la pasividad que sólo un 21 de febrero merece.
El sarao tuvo lugar en el flamante O2 World berlinés. Resulta impresionante poder comprobar in situ las posibilidades que ofrecen las nuevas construcciones al mundo de la música y el espectáculo. Nos atrevemos a decir, que los paises que no se modernicen y "laven" la cara a sus pabellones, van a quedar bastante al margen en cuanto a historias de este estilo. Intentar preparar un Echo 2009 en, por ejemplo, un Palau Sant Jordi, sería como querer instalar el Windows Vista en un PC comprado hace 10 años.
La Gala fue presentada por los conocidos artistas alemanes Barbara Schöneberger y Oliver Pocher. Fueron un total de 27 los premios entregados en una velada que se hizo por momentos algo lenta e incluso aburrida. Para poner cada cosa en su sitio y dejar bien claro que la Gala no era moco de pavo, soltaron a primeras de cambio a los U2, que salieron a impactar al personal con su nuevo single. Lo cierto es que lo consiguieron, pero más que nada por el huracán psicodélico que tuvo lugar tras Bono, el hombre con inspiración celestial.
El claro ganador de la velada fue el berlinés Peter Fox, cantante de Reggae y Hip-Hop de la banda Seeed, que el pasado 2008 publicó su primer álbum en solitario llamado "Stadtaffe" que ha supuesto un éxito sin precedentes. Peter Fox se llevó merecidamente tres Echos, al 'Mejor Equipo Productor', 'Premio De La Crítica' y al 'Mejor Hip Hop Urban', desbancando inesperadamente al gran Bushido. Ha tenido que llover mucho, para comprobar como el rapero Bushido no ganaba un premio para el que estaba nominado. Un poco de modestia no le vendrá mal.
Los premios con más renombre recayeron en los británicos Coldplay, que se llevaron el galardón al 'Mejor Grupo Internacional', los australianos AC/DC al 'Mejor Grupo Rock/Alternativo/Heavy Metal Internacional', el 'Mejor Álbum Del Año' y 'Mejor Artista Internacional' fueron para Amy Winehouse. El veterano Udo Lindenberg se llevó el 'Mejor Artista Nacional'. Los berlineses Ich + Ich se llevaron el codiciado 'Mejor Grupo Nacional' y Die Toten Hosen se llevaron el 'Mejor Live Act'.
Una de las actuaciones que más expectación había generado era la de Depeche Mode, que presentaron en primicia mundial el nuevo single "Wrong" de su nuevo álbum "Sounds Of The Universe" que saldrá a la venta el 17 de abril. Tras una primera escucha no se puede decir mucho, quizás que tiene buena pinta.
Al final de la ceremonia, cuando el sopor ya hacía mella, tuvo lugar la entrega a los veteranos Scorpions de un premio especial por toda su obra que consiguió poner en pie a todo el O2 World. Tras el visionado de unas imagenes que resumían toda su trayectoria, la banda formada en 1965 salió al escenario y brindó unas palabras y para finalizar la noche cantó un Medley entre fuegos artificiales.
A continuación, se celebraba la After Show Party, donde más o menos 3000 invitados se daban cita para ver y dejarse ver. Nosotros no teníamos acceso pero de todas formas intentamos entrar obteniendo el 'NO' por respuesta. Telefoneamos a uno de los Managers de un grupo de Magdeburg que hace un tiempo nos había jurado amor eterno, pero el sábado no se molestó en contestarnos. Gracias a otros compañeros, nos surgió la posibilidad de meternos, pero teníamos que hacernos pasar por otra gente que no había podido asistir. En ese momento, hizo acto de presencia el amor propio y decidimos dar media vuelta. O se nos acepta por quien somos, o que les den dos duros.
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