Idolatrados por el joven público hace dos años, el grupo alemán vuelve con un nuevo álbum. Pero todavía tienen la capacidad de seducir esta generación a las pasiones efímeras?
Todo va rápidamente con los quinceañeros: las modas, los amigos, las amigas. Sin hablar de ídolos. En esta nueva temporada, tendrán poco de sitio en las paredes de su habitación, entre dos pósteres de "Twilight" o de "High School Musical", para Tokio Hotel, el grupo alemán que había enloquecido una generación efímera, hace apenas dos años.
Bercy atestado, fans que acampaban delante de las salas tres días antes del espectáculo, cerca de un millón de discos vendidos, productos derivados que iban desde una camiseta a un cuaderno de textos, un renadío de interés por el alemán en el colegio. Y luego, nada más.
Hasta este anuncio, una canción enviada a las radios el viernes por la mañana: "Automatic". Perdón… "Automatisch" en dos versiones, a la elección, para anglófono o germanófono. Así es como será el álbum que viene el 5 de octubre, "Humanoid", que se escribe del mismo modo en ambas lenguas.
Es el primer signo de las ambiciones fijadas por Tokio Hotel, que cuenta con capitalizar bien sobre su éxito de 2007-2008 para ir a cosquillear el mercado anglosajón. "Antes trabajaban sólos, explica Guénaël Geay, director del marketing internacional de Polydor, la discográfica francesa del grupo. Esta vez, acudieron a números anglosajones para las composiciones, la escritura y el sonido." En efecto, encontraremos en este nuevo álbum los nombres de Guy Chambers, colaborador de Robbie Williams y Kylie Minogue, RedOne cobrador del éxito de Lady Gaga, o incluso Kara DioGuardi, que hizo descolgar el jackpot a Pink o Christina Aguilera.
"Lo que pesa hoy el grupo es un misterio"
De bellos invitados sobre el papel. Pero es al público a quien habrá que invitar con sobre a la fiesta. "Lo que pesa hoy el grupo es un misterio, reconoce a Jean-Christophe Federici, redactor jefe de la revista mensual Star Club, líder de la prensa joven en Francia. Hace dos años, cuando se hacía una portada con Tokio Hotel, vendíamos 110.000 de los 120.000 ejemplares nuestros. Hoy, el correo que concierne al grupo ha estado dividido por cinco. Es en una almena quinceañera donde la vida útil de los artistas generalmente se limita a dos años. La inmensa mayoría de los que quieren envejecer con su blanco se rompieron los dientes. Lo vimos con Lorie." Robbie Williams supo rebotar renegando en parte a su banda antigua Take That. "Y Justin Timberlake, añade Guénaël Geay. Hizo en solitario la misma música que con su grupo N'Sync pero mejor producida. Es el mismo paso de Tokio Hotel con este nuevo disco."
Pero algunos no creen en eso ya más. Nous Productions, que organizaba los conciertos del grupo en Francia desde el principio, no trabaja más con Tokio Hotel, enfriado por el fracaso del concierto en el Parc des Princes en junio de 2008 con 25.000 personas, siendo apenas más de la mitad de la capacidad del estadio. Una fecha programada mientras que el fenómeno alemán ya comenzaba a recaer. Actualmente, la gestión del grupo cuenta con un nuevo agente francés para una futura gira. "Ya quieren empezar con varios conciertos en Bercy en 2010, mientras que pesen a lo más un Zenit. Está acabado. Los críos son pasados a otra cosa", explica un productor. En "Star Club", apuestan todavía por el grupo, por fidelidad. "Estarán en portada de nuestro número próximo el 15 de septiembre, explica Jean-Christophe Federici. Luego, esperaré ver cómo el álbum va a ser acogido." Todo no es pues más "Automatisch" para Tokio Hotel.
Todo va rápidamente con los quinceañeros: las modas, los amigos, las amigas. Sin hablar de ídolos. En esta nueva temporada, tendrán poco de sitio en las paredes de su habitación, entre dos pósteres de "Twilight" o de "High School Musical", para Tokio Hotel, el grupo alemán que había enloquecido una generación efímera, hace apenas dos años.
Bercy atestado, fans que acampaban delante de las salas tres días antes del espectáculo, cerca de un millón de discos vendidos, productos derivados que iban desde una camiseta a un cuaderno de textos, un renadío de interés por el alemán en el colegio. Y luego, nada más.
Hasta este anuncio, una canción enviada a las radios el viernes por la mañana: "Automatic". Perdón… "Automatisch" en dos versiones, a la elección, para anglófono o germanófono. Así es como será el álbum que viene el 5 de octubre, "Humanoid", que se escribe del mismo modo en ambas lenguas.
Es el primer signo de las ambiciones fijadas por Tokio Hotel, que cuenta con capitalizar bien sobre su éxito de 2007-2008 para ir a cosquillear el mercado anglosajón. "Antes trabajaban sólos, explica Guénaël Geay, director del marketing internacional de Polydor, la discográfica francesa del grupo. Esta vez, acudieron a números anglosajones para las composiciones, la escritura y el sonido." En efecto, encontraremos en este nuevo álbum los nombres de Guy Chambers, colaborador de Robbie Williams y Kylie Minogue, RedOne cobrador del éxito de Lady Gaga, o incluso Kara DioGuardi, que hizo descolgar el jackpot a Pink o Christina Aguilera.
"Lo que pesa hoy el grupo es un misterio"
De bellos invitados sobre el papel. Pero es al público a quien habrá que invitar con sobre a la fiesta. "Lo que pesa hoy el grupo es un misterio, reconoce a Jean-Christophe Federici, redactor jefe de la revista mensual Star Club, líder de la prensa joven en Francia. Hace dos años, cuando se hacía una portada con Tokio Hotel, vendíamos 110.000 de los 120.000 ejemplares nuestros. Hoy, el correo que concierne al grupo ha estado dividido por cinco. Es en una almena quinceañera donde la vida útil de los artistas generalmente se limita a dos años. La inmensa mayoría de los que quieren envejecer con su blanco se rompieron los dientes. Lo vimos con Lorie." Robbie Williams supo rebotar renegando en parte a su banda antigua Take That. "Y Justin Timberlake, añade Guénaël Geay. Hizo en solitario la misma música que con su grupo N'Sync pero mejor producida. Es el mismo paso de Tokio Hotel con este nuevo disco."
Pero algunos no creen en eso ya más. Nous Productions, que organizaba los conciertos del grupo en Francia desde el principio, no trabaja más con Tokio Hotel, enfriado por el fracaso del concierto en el Parc des Princes en junio de 2008 con 25.000 personas, siendo apenas más de la mitad de la capacidad del estadio. Una fecha programada mientras que el fenómeno alemán ya comenzaba a recaer. Actualmente, la gestión del grupo cuenta con un nuevo agente francés para una futura gira. "Ya quieren empezar con varios conciertos en Bercy en 2010, mientras que pesen a lo más un Zenit. Está acabado. Los críos son pasados a otra cosa", explica un productor. En "Star Club", apuestan todavía por el grupo, por fidelidad. "Estarán en portada de nuestro número próximo el 15 de septiembre, explica Jean-Christophe Federici. Luego, esperaré ver cómo el álbum va a ser acogido." Todo no es pues más "Automatisch" para Tokio Hotel.
leparisien.fr